JOSÉ DE JESÚS VELÁSQUEZ NAVARRO Si volviera a nacer, volvería a ser maestro. porque aunque algunas veces han herido mi
orgullo las calumnias sin nombre con sus filosas
lenguas, me ha devuelto la calma, la sonrisa inocente de una cara chorreada que cada día me dice: ¡hasta mañana maestro!
Volvería a ser maestro para sentir de nuevo la algarabía del grupo con sus gritos y risas, sus ingeniosos juegos, sus pleitos, sus angustias, sus momentos de
calma.
Volvería a ser maestro aunque otra vez me dijeran con maliciosa sorna que iba a pasar penurias con el sueldillo de
hambre que perciben los profesores. aunque me comentaran con burlesca insistencia que iba a ser un don nadie, un ser incomprendido profesionista a medias, profeta del desierto.
Volvería a ser maestro sin importar las horas de trabajo y desvelo pues me hacen ser mas grande para entregar
completos mi espíritu y mi mente a un corazón pequeño que despierta a la vida.
Si volviera a nacer, sería otra vez maestro porque mi alma se llena de mil satisfacciones al saborear el triunfo de la misión cumplida. Porque al ver hacia arriba puedo mirar los
frutos del árbol vigoroso que una vez fue niño y que llegó a mi surco como débil semilla para luego partir a buscar su futuro.
Volvería a ser maestro para gritarle al mundo lo que vale el apóstol que silenciosamente con tesón cotidiano edifica el futuro de nuestra heroica patria.
Volvería a ser maestro para gritarle al necio que mi trabajo es digno, que puedo ir por la calle con la mirada al
frente y decir con orgullo que mi voz y mis manos, mi mente y mi corazón; están formando voces adiestrando las manos, modelando las mentes ¡forjando corazones!
Volvería a ser maestro porque el maestro lleva la savia de la vida
al confín más lejano del mar o la montaña. porque el maestro entrega su sudor y su fuerza, su alma y su esperanza para que de ellos emanen la fuerza y la esperanza de hoy y de mañana.
Volvería a ser maestro para llevar la luz a donde hoy hay tinieblas para llevar el canto donde hoy hay silencio para llevar la letra donde moran las sombras.
Volvería a ser maestro porque me duele el yugo de nefasta ignorancia
que aprisiona a mi pueblo.porque se que las letras han sido y serán
siempre la fuerza redentora que derrumba barreras.
Es frecuente encontrar niños que son agresivos en el salón de
clases, el cambio en la sociedad y la falta de reglas y limites en casa se ve
reflejada en nuestras aulas cuando nos encontramos alumnos groseros y
agresivos, lo peor es que cuando buscamos apoyo en los padres a veces
encontramos que los mismos padres fomentan este tipo de actitudes y son
cómplices de su mala conducta sin que los puedan controlar.
La agresividad que viven nuestros alumnos se manifiestan en
las aulas, producto de la violencia que viven en la sociedad y en el
núcleo familiar, hoy en día los niños tienen a su alcance múltiples medios de
comunicación además de un acceso a la información de manera ilimitada que los
bombardea constantemente con juegos, series de televisión, caricaturas
donde se abusa de la violencia y la degradación del ser humano, es por ello que
se debe hacer un trabajo en conjunto entre padres, alumnos y docentes cada uno
desde su ámbito de intervención para generar una sociedad diferente.
A nosotros los docentes no toca trabajar en el aula para crear un
ambiente de paz por ello les presento algunos consejos de profesores que
también han tenido que lidiar con un alumno conflictivo. Estos consejos son
tomados del grupo Maestros en Servicio.
El primer grupo de consejos está orientado a platicar y entablar
una relación de amistad conel o los alumnos.
Platicar con el niño
Realizar un “Círculo de La Paz”, poner música clásica, tocar algún
tema de valores sin evidenciarlo frente al grupo pero mencionando lo mal que
hacen sentir palabras y ofensas de ese tipo.
Realizar una actividad llamada la silla del amor que consiste en
sentar a 4 o 5 alumnos y decirles cualidades. Sientas al primer alumno y le
dices cuanto lo quieres, lo especial que es para ti (buen amigo, ojos lindos,
etc.) y al final un abrazo. Sólo se les dice cosas positivas a los alumnos.
Platicar con el alumno de cómo lo tratan en su casa, como es la
relación que lleva dentro de su contexto y escuela, si tiene amigos, si le
gusta una persona, qué le gusta y qué le molesta. Partiendo de lo que le gusta,
realizar una actividad para que vea que te preocupas y te interesas por él, ya
que los niños lo que requieren es que alguien les preste atención.
Profesores expresan que alumnos agresivos y groseros tienen por lo
general problemas en su hogar que reflejan en su conducta. Así mismo, puede
ocurrir que el alumno carezca de amor.
En las próximas reuniones con los padres de familia proyecte
vídeos sobre convivencia escolar y cómo establecer límites. Estos videos pueden
ayudar a reaccionar a los padres de familia de cómo educar a su hijo.
Busque estrategias para él niño tomando en cuenta sus intereses y
sus habilidades intelectuales poniendo en práctica, el constructivismo.
Realice un diario de conducta, puede ser grupal o individual, y
cada vez que un alumno tenga un comportamiento inapropiado debe escribir la
situación y firmarlo. En la reunión se lo pasa a los padres y cada quien lee lo
correspondiente a su hijo y se felicita a aquellos que tienen sus hojas en
blanco. También puede hacer un diario específicamente para ese alumno e igual
que él redacte las situaciones que pasen, diariamente lo lleva a su casa para
que lo firme su madre.
·De ser necesario cite a su madre a clases y que permanezca sentada
en el salón para que vea la conducta de su hijo.
Como dicen si no puedes con ellos úneteles ganándoteles su
confianza haciéndolos sentir que son importantes, involucrándolos en las tareas
del salón y así termina uno hasta siendo sus amigos de ellos.
Concientizar a nuestros alumnos del para qué la escuela.
El segundo grupo de consejos está orientado a ejercer la autoridad
y buscar un castigo como consecuencia de sus actos, ya que de acuerdo a algunos
maestros cuando se pasan por alto situaciones así el alumno lo va a seguir
haciendo hasta que vea una sanción.
·
Siempre tener evidencias de lo sucedido en un reporte o bitácora
para que quede como antecedente. Informe al director de los hechos.
Ante todo debe existir un reglamento que alumnos y padres deben
conocer desde el principio del ciclo para que conozcan las consecuencias de las
faltas de respeto hacia los profesores y compañeros y las sanciones
consecuentes a sus actos.
Elabora una acta de hechos y que la firme el padre de familia y el
niño. Que el alumno escriba con su propia letra lo que te dijo y cuantas veces
lo ha hecho.
Hablar con los padres de familia del alumno y especificarle de las
sanciones que pudiera tener el alumno en la siguiente infracción. Escriban los
acuerdos por escrito y que los padres de familia los firmen para que se
comprometan con las medidas a tomar. Algunos profesores expresan que cuando lo
hacen por escrito los padres le dan más seriedad al asunto.
Es importante identificar la conducta también de los padres para
saber si el alumno simplemente sigue la misma conducta de los padres.
Los niños necesitan límites claros. Necesitan entender quién es
autoridad y cómo se respeta a una autoridad. Para algunos profesores, el
demostrarle cariño al alumno es muy bueno, pero en casos como éste, prefieren
hablar con los padres de familia y externarles que se encuentran muy
decepcionados de la actitud del alumno.
Cambiarlo de salón o mandarlo a recibir clases a la dirección,
darle tiempo fuera mientras se controla.
Quitarle privilegios al alumno como minutos de recreo por una
semana, encargarle alguna actividad como limpiar el salón antes de salir.
Hacer una carta compromiso y especificar que va a suceder en caso
de otra infracción.
Suspender al alumno y pedirle a los padres de familia una carta
donde diga que el alumno está recibiendo ayuda psicológica.
Si el alumno tienen problemas de conducta severos debe mandarlo al
psicólogo interno de la escuela para que vea de donde está generando esa
conducta.
Si siguen incurriendo a problemas el caso se remite a la autoridad
superior.
Ignórelo totalmente, cuándo él lo note o le pregunte por qué no le
responde dígale que si él no sigue las reglas de convivencia usted no puede
atenderlo.
Suspéndalo de su clase.
Pídele que te ayude a revisar los ejercicios, encárgale un momento
al grupo, que recoja los cuadernos de tus compañeros, que te ayude a
calificarlos. Pero todo pídelo de favor y hazle partícipe de sus aciertos ante
el grupo y dile que es muy importante en tu vida cotidiana. Pero recuerda mucho
tacto y respeto.
Puede también establecer un marco de convivencia:
Que ofrezca disculpa
Que investigue junto con su papá o mamá qué es el respeto y lo
exponga en ceremonia frente al resto de los alumnos acompañado de su padre
Deberá hacer trabajo comunitario en el plantel, pintar, podar,
lavar, comprar libros o material de aseo. Todo en compañía de su padre. De lo
contrario será suspendido hasta que vaya a terapia y traiga comprobante de
asistencia.
Como docentes no debemos olvidar :
Actuar de forma asertiva y congruente sin
perder el control ante las conductas del alumno
Tener Paciencia, respirar hondo pero
sobre todo recordar que usted es la autoridad.